En cuanto tuve oportunidad salí de la mansión para despejarme. Tanta gente tratando de descifrar qué nos podía haber traído aquí, tanta preocupación, me levantaba dolor de cabeza. Caminé un rato por el vecindario y dejé que mis pies me llevaran a donde quisieran. Cuando quise darme cuenta ya estaba oscureciendo y el dolor de cabeza ya habia remitido. De repente, sentí una llamada de socorro que me resultaba familiar, aquella que tienes cuando uno de tus protegidos está en peligro. Pero la mayoría de mis protegidos no habían nacido en este tiempo o todavía eran demasiado pequeños para ser atacados, ¿verdad? Pero qué digo, los demonios no tienen escrúpulos.
Tras orbitar hasta el lugar indicado vi que, efectivamente, se trataba de una de mis protegidos...solo que aún no había nacido, al parecer. La madre, una bruja medio luz blanca y con un embarazo ya bastante avanzado, estaba siendo atacada por un luz negra. Odiaba a los luces negras incluso más que a los demonios pues estos, en su mente retorcida, luchaban por poder, pero los luces negras tan solo hacían el mal por puro placer, no conocían otra cosa. Apreté la mandíbula y sin dudarlo orbité la flecha que se dirigía hacia la mujer a toda velocidad y la redirigí hacia su atacante. Este en cuanto me vió desapareció entre negras órbitas. Tras esperar unos segundos me agaché junto a la mujer y comprobé su estado. No parecía herida.
- ¿Estas bien? - inquirí poniendo una mano en su hombro y mirando con preocupación su abultada panza. La niña estaba destinada a ser una buena bruja, protectora a su vez de otros muchos inocentes, por ello, no podía permitir que no llegara a nacer y si ese luz negra la perseguía era mi deber acabar con él.
Antes de que a la mujer le diera tiempo a responder había desaparecido ante mis propias narices. Me levanté y escudriñé a mi alrededor alarmado. Pronto descubrí que todo estaba absolutamente desierto, lo que solo podía significar una cosa: el luz negra me había atrapado en su plano fantasma.
Caminé por las vacías calles hasta que capté unas figuras en la azotea de un edificio. Era el luz negra y tenía a la mujer como prisionera. Rápidamente orbité hacia allí pero cuando llegué ya era demasiado tarde pues el luz negra le clavó un athame en el pecho con una sádica sonrisa para luego desaparecer. Corrí hacia ella e intenté curarla pero todavía no controlaba mis poderes de sanación y no podía curar las heridas de gravedad.
Lo primero que se me ocurrió fue llamar a mi madre, ella siempre me ayudaba en estos casos, pero ahora ni siquiera me reconocía. Luego llamé a Pandora y a Helen...nadie respondió. Era imposible que me escucharan. Excepto...
- ¡Wyatt! ¡Wyatt! - grité, concentrandome en enviarle un mensaje de ayuda a mi primo mayor con todas mis fuerzas. Tampoco él respondió esta vez, lo que me decepcionó un poco, pues Wyatt nunca me había fallado.
Volví mi vista a la mujer que tenía entre los brazos y me di cuenta de que estaba inconsciente y apenas tenía pulso. Traté de curarla una vez más, sin éxito. Me levanté furioso conmigo mismo y con la camisa empapada de sangre.
- ¡WYATT! - grité una vez más.
Cuando volví a dirigir mi vista al suelo la mujer había vuelto a desaparecer. El luz negra estaba poniéndome a prueba tomándola de rehén. Debería encontrar la forma de salvarla antes de que fuera demasiado tarde.
Vie Nov 04, 2011 11:26 am por Caroline Blackwood
» Ficha: Caro Blackwood
Vie Nov 04, 2011 11:00 am por Caroline Blackwood
» Registro de Rango
Vie Nov 04, 2011 9:25 am por Caroline Blackwood
» Registro de Avatar
Vie Nov 04, 2011 8:47 am por Caroline Blackwood
» Dark War [Normal] +18
Sáb Jul 02, 2011 5:41 pm por Invitado
» New York Life {Nuevo foro}
Vie Jul 01, 2011 9:04 am por Invitado
» Sweet Temptation: Un crepúsculo en el jardín salvaje [afiliación elite]
Jue Jun 09, 2011 1:52 pm por Invitado
» Academia Aldregon
Dom Jun 05, 2011 10:48 am por Charmed-Rol
» Dangerous Lives (Foro Nuevo) Elite
Sáb Jun 04, 2011 7:21 am por Invitado