Tan tranquila hasta este momento... (Astaroth)

Mi despacho, mi silla, mi ordenador, todo como siempre tranquilo, puse mi café encima de la mesa y me senté tranquilamente leyendo cada pregunta y respondiendo cada una de ellas, aquellos días estaban pasando rápido la tranquilidad repentina y el apenar usar la magia me estaba trastornando bastante, necesitaba un poco de acción algo de mi antigua vida... Pero ya últimamente solo tenia predicciones cuando algunos de mis sobrinos iba a hacer alguna de las suyas... Era bastante aburrido y agotador, me levante y cerré la puerta con llave, sonreí un poco para mis adentros y puse a entrenar un poco desde luego las artes marciales se me seguían dando bastante bien y era lo unico que me quedaba... luchar contra el viento que había en mi despacho...

Se queda mirando en las sombras del inframundo a través de una nube gris como el mundo actual esta tan calmo pero siente un cosquilleo en su cuello lo que hace que la pantalla delante de él captando la presencia de una Halliwell, sonríe desapareciendo al acto para irse directamente hacia la puerta de su despacho, oscurece sus ojos negros para cambiarlos a un tono azulado suave como un celeste agua, se mantiene quieto cambiando sus ropas a un traje oscuro acompañado de un portafolios normal, toca la puerta dos veces sabiendo que primero seria muy divertido antes de pegarle una buena.

-Señorita Halliwell, soy del New York Times, queríamos hacerle una entrevista si no es mucha molestia…

Susurro el hombre detrás de la puerta, mire en el marco esos sellos dibujados que eran como escudo anti demonios, alce mi mano creando chispas que rompieron eso, no quería intervenciones, mire a uno que se acercaba para ir a la oficina de ella y le lance una bolas de fuego desvaneciéndolo en el aire.

-Saca turno amigo…

Enseguida volví en mi misma al ver que estaban llamando me puse bien el traje y corrí abrir la puerta... al tocar el poco tuve una mala sensación pero no eche cuenta y abrí... Nada mas la puerta estuvo abierta pude contemplar a un joven de ojos azul agua y vestido muy formal.

- Claro adelante, puede identificarse por favor? y cierre la puerta al entrar.

Ande hasta mi mesa y allí me quede sentada esperando al muchacho era raro aquello de hacerme una entrevista mi jefa me hubiese habitado pero no eche cuenta.

- Bueno y dime joven a que se debe esta entrevista.

Pregunte muy curiosamente...

-Mi nombre es William Strauss señorita Halliwell, se debe a que no interés amucho como ha crecido la popularidad de su portada, como las personas acuden a usted con preguntas a veces muy importantes, nos interesa saber como se siente usted…Mi gran pregunta es, si la humanidad corriera peligro, ¿usted pelearía arriesgando su vida?.

Se queda mirando con elegancia a la joven delante de si, en su maletín había cosas muy bizarras entre ellas almas oscuras pero solo usaría un papel en especial que servia para algo especial, saque el contrato, mientras escribía unas cuantas cosas, lentamente el papel cambio sus letras sin que ella se diera cuenta a un contrato del NY times. Sonreí de manera amistosa pronto ella tendría mucho que hacer en su aburrida vida.

Le mire extrañada ante aquella pregunta, aquel joven no le daba muy buena espina pero aquella pregunta tenia una respuesta y no se por que me daba que el ya la sabia...

- Si, pelearía hasta el final, pero de todos modos señorito William, no soy un super héroe para...._ entonces todo se aclaro al coger la taza de café tuve una premonición_ Yo era tu y me iba de aquí no sabes con quien te estas metiendo...

Me levante de un golpe del asiento, mirándole desconfiadamente... el mismo día que pensaba en lo aburrida que era su vida, aparece la distracción... Pero se encontraba sola... Eso era una desventaja...

Se para levemente para desintegrarse su ropa al igual que todo lo demás que el portaba, sus ojos se vuelven carmesí y sonríe con un traje ajustado de cuerpo y una capa oscura que tenia el símbolo de la triada, la observo desvaneciéndome para aparecer detrás de ella pegándole una patada lanzándola contra un modular lleno de libros, hago sonar los huesos de mi cuerpo y suspiro cambiando mi voz a una mas demoníaca.

-En el futuro sigues siendo igual de ingenua que en el pasado, confías mucho en los demás Phoebe, acaso no te dejo enseñanzas el salir con Baltazor, seguro el tío coop ya te dio demasiado amor, eres una de las embrujadas mas patéticas que conozco, prepárate por no iré por ti..iré por lo que mas amas…tu hija…

Sonrío mandando a volar la puerta del despacho para salir a la sala mirando a los trabajadores, alce mis manos desintegrándolos a todos para acumular almas para la triada, me gire pues en este espacio seria mas divertido pelear.

-¿Me temes bruja?, ¿precisas a tus hermanitas para pelear…?.

Lo mire con rabia, mi hija era importante y no podía dejar que nadie se le acercase y menos un demonio, de un salto pase la mesa.
- No me hace falta la magia para ganarte, a diferencia de mis hermanas se luchar con las manos y tu puedes pelear sin utilizar tu magia??
Corrí y lance una patada tirando a este contra la pared... Por mucho que le dijese y le picara iba a usar su magia y no es que se diga que mi magia era muy efectiva... Lo agarre del cuello y lo levante apoyándolo contra la pared.
- Toca a mi hija y arderás en el infierno te enteras?

-Eres lista como se me informo Phoebe pero no me puedes matar con ninguna poción, no puedes usar el libro de las sombras contra mi y mucho menos eliminarme con tu magia…Tus poderes no sirven contra mi persona, si quiero matar a tu hija lo are muy simple pero no quiero hacer eso por ahora, a mi me gusta molestaros por largos ratos antes de matarlas…

Sonreí de manera amistosa a ella, puse mi mano en su estomago y la expulse con una bola de fuego contra la pared rompiendo un decorado de cristales que estaba adherida a esta, la mire con los ojos destellantes de luz infernal para sonreírle levemente, era tan frágil la pequeña Phoebe que me causa con cierto afán una curiosidad de abrirle la cabeza para examinar sus pensamientos, me pare delante de ella tomándola del cuello para reírme en su cara y la volví a lanzar contra la pared esta vez, mi voz se iba haciendo cada vez mas ronca y mis ojos de rojo pasaron a negros.

-Tu y tu maldita familia van a perecer Phoebe, ¿Dónde están los luces blancas que las protegen?, ¿Dónde esta la ayuda de los superiores?, ellos no intervienen por que no saben que hacer, esta fuera de sus manos…

- No podre matarte con mi magia pero lo are con mis propias manos antes de que toques ami hija me encargare yo sola de arrancarte cada tira de piel de la cara como te acerques a ella y como te dije no me hace falta la magia para vencerte y si tengo que dar mi vida por protegerlos lo are estate seguro.

Estaba sangrando, los cristales se le habían clavado por todo el cuerpo y la bola de fuego le había alcanzado demasiado cerca como para levantarse, no resistiría mucho tiempo consciente, pero tenia que intentarlo tenia que sacar fuerzas, alguien tendria que llegar ayudarla no? Chris!!! Leooo!! Piper!!! Wyatt!! Gritaba en su cabeza alguien tenia que aparecer o estaba perdida, pero eso no iba a suceder... Se levanto como pudo.

- Como te dije antes no me hace falta nadie de mi familia para matarte!! Sabes que acabaras muerto! Eso es lo que te da miedo? Por eso amenazas con mis hijas acaso no eres capaz de enfrentarte con el poder de tres? si matamos a la triada tu vas a morir igualmente, igual que baltazor igual que todos!

Algo comenzaba arder en su interior y ella sabia lo que significaba sus ojos se tornaron de negro y luego volvieron a teñirse de marrón, y así unas cuantas de veces, su hija era lo único que hacia que aquella parte phoebe saliese la parte que nunca se deciso de ella, lo uno que dejo cole en su vida... Algo demoníaco. Cayo al suelo sin fuerzas estaba herida y tenia que curarse antes de estar mas dedil... No podia estar mas dedil...

- Arderás en el infierno lo juro y me encargare yo misma...

Estaba apunto de desmayarme cuando vi ami sobrino delante de mi abrí los ojos como platos y con la vos colgando de un hilo pude decir algo...

- Wyatt cuidado lo manda la triada... Y....

No pude mas y me desmorone en el suelo, sin fuerzas, comencé a sentir mucho frió sabia que eso no era bueno si no me curaba ya... Sería tarde para mi... No moriría Pero pasaría algo peor.

-Esta es mi segunda advertencia Halliwell, entreguen al muchacho por las buenas o las consecuencias serán severas…Leon le pertenece a la triada ustedes seres del pasado no tienen nada que ver, dejen de meterse donde no se los llama, entreguen al chico antes de que todo se vaya al demonio, tienen una semana, después de ese plazo no te dejare viva la próxima vez.

Mire a Wyatt a los ojos directamente a ellos como si yo lo pudiera desgarrar por dentro, sonreí de manera agradable juntando mis manos con parsimonia, los ojos de Phoebe eran oscuros, yo la conocía muy bien siendo un demonio, sin embargo debía retirarme ya, la triada solicitaba mi presencia así que sin mas me encamine hacia atrás con pasos lentos, sonreí de nuevo hacia ellos escuchándose el eco de mi risa al desaparecer.