En la antigüedad los humanos creían en los dioses y los veneraban para que estos les dieran su ayuda y los protegieran de los males que el mundo podía encerrar y que la misma debilidad humana dejaba escapar. Así mismo los dioses les otorgaban la ayuda necesaria para que pudieran sobrevivir en un mundo lleno de peligros, saciando sus necesidades y siempre cuidando a aquellos que ellos mismos habían creado.
En la cima de los dioses que los humanos veneraban se encontraban los tres supremos, que no solo cuidaban de los humanos también de la paz de sus compañeros divinos y de que el mundo se sostuviera en un equilibrio continuo, aquellos dioses eran tres: la diosa de la luz, el dios de la oscuridad y el dios del equilibrio, el cual tenía el papel más importante en toda la dinastía de dioses. El era el encargado de cuidar el equilibrio entre sus propios compañeros para que no hubiera disturbios entre ellos y mucho menos estos disturbios pudieran llegar a afectar a los humanos, la paz era su régimen de vida.
Los años fueron pasando y los dioses vieron como los humanos empezaban a atacarse entre ellos, todo empezó por tonterías, pero cada año que pasaba aquellos a quienes debían proteger creían menos en ellos, el poder que querían poseer sobre el suelo que pisaban iba en aumento hasta tal punto de asesinar masacrar y atacar a los que debían ser sus compañeros. Los dioses vivos entre ellos siempre intentaban evitar disturbios, pero no eran capaces de hacerlo por completo, y así los humanos fueron evolucionando a peor.
Llegó un momento en que dejaron de creer en los dioses y en lo único que pensaban era en la ciencia y en como seguir evolucionando. Lo que los humanos no irían es que con su evolución estaban destruyendo todo aquello que los dioses les habían otorgado, todo aquello que debían aprovechar para sobrevivir lo destruían, y así poco a poco la naturaleza se iba extinguiendo de aquel planeta en el que debían convivir en armonía.
Sin ellos mismos darse cuenta estaban creando la ira en muchos de los dioses que les daban su protección y les ayudaban de un mundo que ellos mismos desconocían, el de las sombras, lleno de seres místicos, de los que cualquier humano pensaría que solo eran fantasías de un libro, pero en cambio eran mucho más reales de lo que jamás podrían imaginar.
El dios del equilibrio intentaba guardar la paz entre los dos lados, ya que se estaban empezando a crear disturbios entre los dioses que creían que debían acabar con los humanos por el ultraje que les habían provocado, mientras otros lo único que pensaban era en el hecho de que debían ayudarles y de alguna forma hacerles ver que debían cambiar. La diosa de la luz al igual que el del equilibrio intentaban que la paz reinara entre todos, pero el dios de la oscuridad cada vez estaba más metido en su mundo de odio, dejando que su elemento le controlase por completo hasta que llego el día en el que la guerra se proclamo.
Aquel día los dioses que estaban a favor de acabar con los humanos y con el mundo que habían creado para así poder crear uno nuevo libre de humanos molestos fue en contra del dios del equilibrio que los regentaba a todos, el dios de la oscuridad era su líder y aunque muchos de los dioses a favor de los humanos intentaron detenerlos no pudieron. El dios de la oscuridad acabo con el del equilibrio destruyendo así uno de los mayores impedimentos, pero no pudo matar a la diosa de la luz aunque tuvo la oportunidad.
Desde aquel día se crearon dos grupos de dioses que entrarían en guerra en cualquier segundo, los dioses de la luz y los dioses de la oscuridad. Una lucha eterna que podría acabar con el mundo antes de que nadie lo supiera, aunque la intención de unos era evitar aquello o al menos intentarlo. El mundo de las sombras también se puso de diferentes lado, los hijos de la luna o licántropos se aliaron con los dioses de la luz, los hijos de la noche o los vampiros se aliaron con los dioses de la oscuridad, las hadas con la luz y en cambio los kitsunes con la oscuridad, finalmente los guardianes siempre atentos a la protección de los dioses se quedaron en la luz y aquellos renegados a los que el nombre se les fue cambiado por oscuros se aliaron con la oscuridad.
La batalla podrá empezar en cualquier momento y en cualquier lugar, nadie sabe el lugar exacto de donde los dioses puedan estar, están entre ellos, entres los humanos esperando para su próximo movimiento.
¿Cómo acabara la lucha?¿Conseguirán los dioses de la luz pararlo a los de la oscuridad o en cambio ellos los destruirán? ¿Estas dispuesto a comprobarlo? Entra en nuestra historia.
Vie Nov 04, 2011 11:26 am por Caroline Blackwood
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