Retorno a la pesadilla [Libre]

“La razón para salir de aquí, la razón para poder vivir. Todos tenemos un mismo deseo, que vuelvan mis poderes, eso es lo que anhelo”.

Recite en la oscuridad del parque. La luz de la luna al parecer era mi única acompañante en aquella fría noche. Un escalofrió recorrió mi cuerpo al recordar todo mi pasado, todos los reproches y toda la farsa que montaba para que mi padre no descubriera que era un simple humano. Mis orbes color caramelo se centraron por un instante en la copa del árbol que se encontraba justo a mi lado, no podía creer que me encontrara allí y además de eso lo que menos podía creer era que había realizado el hechizo que me llevara a mi propia destrucción.

La leve brisa chocaba contra mi piel y de inmediato imágenes de mi pasado vinieron a mí. Recordé el día en que selle mi poder y porque lo había hecho, resultaba que este llegaba a ser muy complejo para mí y a veces me traía innumerables consecuencias. –Espero que ahora si pueda con esto- Mencione para mi mismo puesto que no veía personas a mi alrededor. Mi mirada bajo para observar mis manos las cuales se encontraban rodeadas por una especie de aura negra, la típica señal que odiaba, al parecer era verdad y mis poderes de Hipnoquinesis habían vuelto a mí.

-Los sueños son nuevos mundos en las mentes de cada uno- Continúe mencionando en la soledad mientras hacía que el aura oscura desapareciera de la palma de mis manos. Otra ola fría choco conmigo, pero esta vez la recibí como si fuera mi amiga, respire hondo tomando todo el aire posible para luego empezar a caminar por el parque que como era lógico, a las dos de la mañana se encontraba totalmente vacío, o eso era lo que yo creía.

Mis pensamientos acerca de mis problemas con los poderes, llegaron bruscamente a su fin cuando sentí a alguien chocar conmigo. Mi mirada se encontraba observando mis manos y por esta razón no me había percatado de ella. Sentí como esta cayó al suelo. La verdad no era mi intención al absoluto lastimarla, pero es que mi vista no había podido llegar a verla y al parecer ella tampoco a mí. Pi su voz disculpándose, pero la verdad es que creía que debería ser al contrario ya que yo había sido responsable de su caída. –No te disculpes, al final tú fuiste la lastimada- Le respondí mientras extendía mi mano para ayudar a levantarla del suelo y por primera vez mis orbes caramelos observaban aquellos ojos azules tan llamativos.

Sonreí al ver que todo estaba bien, al parecer a la chica no le importaba en absoluto el raspón que le acababa de salir por culpa de la caída. Sentí rápidamente como que si aquella joven la conociera, al parecer se trataba de otro de mis confundidos recuerdos. Al escuchar su nombre sentí algo de alivio debido a que no sabía cómo preguntárselo, pero cuando se acerco a mí para darme un beso en la mejilla no pude evitar sonrojarme un poco. –Yo soy…- Dije pero antes de terminar aclare mi garganta y subí mi rostro demostrando que su beso me había sorprendido. –Pues mi nombre es Dylan, Dylan Corner- Le respondí ahora un poco más calmado mientras sentía a la fría brisa chocar con mi cuerpo.

Mi mirada la observo por unos instantes para de nuevo caer en el hecho de que mis poderes habían vuelto a mi después de tanto tiempo y por esta razón no era totalmente seguro hacer contacto con personas en aquel instante, pero trataba de ignorarlo debido a que la idea de entrar en los sueños de aquella chica me parecía interesante como entrenamiento. –Y dime, ¿Qué se supone que una chica como tú haga por este lugar a estas horas?- Pregunte tratando de sacarle algo de conversación.

-Pues nada, decidí buscar algo que había guardado en este lugar hace mucho tiempo- Dije siendo sincero pero al mismo tiempo ocultando algunas cosas debido a que no sabia que reacción podía tener la chica. La verdad es que en aquel instante no podía estar perdiendo tiempo, pero ahora mas que nunca debía de mantenerme calmado y sereno si no quería que ambos entráramos en una "pesadilla" literalmente. Al igual que ella pude notar que también se sonrojo pero evite hacer comentario alguno para no entrar en temas algo "complicados" para dos conocidos.

Mis ojos subieron por un momento y con mi mirada examine el lugar como si me encontrara observando si alguien nos espiaba. -Pues nada, es que estoy algo preocupado. Es solo eso- Le comente mientras que con mi mano peinaba mi cabello corto hacia atrás y en cuestión de instantes este volvía a su posición inicial. -¿Te parece si caminamos juntos?- La invite debido a que no podía dejar que una chica como ella quedara en el parque sola, no me consideraba una persona grosera como para hacer eso.

-Pues ni tanto- Dije soltando una risita luego de realizar el comentario. La verdad es que ya llevaba unos cuantos años en San Francisco, poco a poco mi mente se fue regresando a mis primeros días donde todo parecía ir mal, pero luego el tiempo fue mi amigo y me ayudo a mejorar. Al parecer ser como yo en esta ciudad no tenia problemas, ya que mi padre no se encontraba atrás de mi para vigilarme. -...Ya este seria mi segundo año- Dije volviendo a la realidad debido a que con eso ultimo había quedado sumergido en mis recuerdos un par de segundos. Cuando la chica acepto acompañarme, decidí dar el primer paso para iniciar una caminata la cual me parecía algo interesante desde mi punto de vista, claro esta que me gustaría que nadie se acercara a atacarnos. -¿Crees que puedas ayudarme?...- Pregunte dejando un momento de silencio mientras giraba mi rostro para ver el suyo. -La verdad es que no es por ofender, pero me considero a mi mismo como un ser algo complicado- Rei otro poco para darle tiempo a que me respondiera.

-¿No humanos?- Mencione al oír sus palabras, no sabía a lo que se refería, pero algo en mi interior me había puesto alerta. Esa chica ahora me daba cierta desconfianza puesto a que podría tratarse de una Warlock o tal vez, de un demonio. Trate de mantener mi calma para que aquella joven no se percatara y de esta forma continuar nuestro paseo nocturno por el parque mientras trataba de adivinar quién era aquella joven que estaba a solas en el parque a esas horas de la noche. -Lo que pasa es que no me gusta hablar mucho de mis problemas, siento que podrían aburrirte- Le explique mientras dirigía mi mirada al frente observando muchas partes del parque que nunca antes había visto o simplemente no recordaba.

Mis orbes caramelos, se vieron obligadas a girar a ella para continuar con lo que tenía que decir. -La verdad es que no ando por hay contándoles mis cosas a cualquiera, pero lo que ocurre es que tengo un gran problema y no sé qué hacer con él- Dije mientras insertaba mis manos en los respectivos bolsillos de mi Jean. -Algo que había querido ocultar porque me daba temor, ahora resulta que es mi única fortaleza para enfrentar a mis enemigos- Dije sin dar muchas explicaciones como si se tratara de un acertijo y luego de terminar retire mi vista de ella esperando ahora a oír su respuesta.